La lavanda es un hito en la aromaterapia moderna. Su perfecta inocuidad y su excelente tolerancia, combinadas con su eficacia sin par, han contribuido ciertamente a auparla al papel principal que ocupa en toda farmacia aromática que se precie. El enorme número de indicaciones que trata este aceite esencial lo sitúa dentro de la definición de panacea universal.
Actúa como potente antiespasmódico; calmante, sedante, antidepresivo; potente cicatrizante, regenerador cutáneo; analgésico notable; hipotensor; antimicrobiano y antiséptico
Ayuda con problemas de contracturas y espasmos musculares, estrés, ansiedad, depresión, acné, psoriasis, quemaduras, reumatismos, hipertensión arterial y problemas de tipo nervioso